miércoles, 10 de octubre de 2012

Always watched, no eyes~


El crujido fue terrible, y espeluznante; le acuchilló el cerebro como un millón de punzantes agujas de hielo. 
No estaba sola. 
Y echó a correr, como nunca antes había corrido. Por su vida.
Sentía el latido de su corazón en el oído. No estaba sola. Una rama baja le azotó el rostro. No estaba sola. Su ropa se rasgó con los afilados espinos y sintió la sangre caliente en sus piernas y brazos. No estaba sola. El pelo se arremolinaba en torno a su rostro cuando se atrevía a girar la cabeza, impidiéndole ver lo que no quería ver. No estaba sola. Escuchó su respiración, caliente y putrefacta, justo a su oreja, y gritó, y corrió más rápido. No estaba sola.
Las lágrimas le hicieron tropezar; volvió a gritar. Fue un chillido de desesperación, miedo, y muerte. No estaba sola.
Lo último que vio en la oscuridad antes de que la sangre nublase sus ojos fue un rostro terriblemente blanco, sin ojos, sin boca; pero que la miraba, directamente a ella, y sonreía.



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