Música: Yiruma, River flows in you~
Correr y saltar. A ritmo de nada, al son de los pájaros.
Sonreír, y caer, y no poder levantarte porque la hierba es tan blanda que
invita a quedarse allí. Dormir a la sombra de un árbol, con un libro abierto
sobre el pecho. Reír a la blanca, redonda, y aun más blanca luna. No tener
miedo a ser feliz, a saltar al aire y aterrizar en el agua. A besar, y a
saborear el placer de un abrazo. Mirar las estrellas, y sentir que brillan un
poquito más, como un recuerdo nuevo tras otro antiguo. Como una caricia alegre
tras otra triste.
Que la lluvia te moje los labios; te relamas y te sepa a
invierno, nostalgia y una cama cálida. Que el fuerte sol te ciegue los ojos, y
pienses en piscinas, arena y amor. Que el aroma de las flores te meza con
suavidad y dulzura, casi como una tierna madre, y sea tan liviano y sutil como
un soplo frío. Que las hojas de los árboles dorados sea lo único que necesites.
Hundir tus manos en el río, en las copas de los pinos, y sacarlas rebosantes de
mariposas y sonrisas.
Piensa en esto, amor mío. Piensa en que tú y yo nos
volveremos a ver, quizás pronto, quizás cuando las crisálidas de hielo crujan,
y suspiren. Quizás cuando nuestras voces rotas se vuelvan a entrelazar con la
precisión de un beso acostumbrado. Quizás, antes de morir. Quizás, antes de que
todo acabe, y vuelva a empezar.
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